martes, 4 de abril de 2017

EQUIPOS DOCENTES UNIDOS, COMPETENTES Y EFICACES


Una de las causas de la orientación ineficaz es el desconocimiento de las necesidades reales del educando.

Por ello, si el orientador no es una persona abierta no podrá comprender las reacciones complejas, y a veces, imprevisibles del educando. Tiene que mantener una juventud interna (con independencia de la edad biológica que se tenga) para tener ilusión, capacidad de cambio sin miedo a lo nuevo y manifestar una seguridad contagiosa y autenticidad en todas sus acciones, si esto no es así, el educando percibe lejanía y distanciamiento y no se va a comprometer.

Es primordial centrarse en los alumnos que se quedan atrás por no alcanzar los objetivos o por un bajo rendimiento académico y, por tanto, por falta de realización personal.

Para orientarlos hay que estar muy cerca de ellos pues, si no tienen confianza, la relación y comunicación se deterioran y el alumno puede rechazar la asignatura por creerse incapaz, por no estar a gusto en esa materia y ser ajeno a la clase. Es en estos momentos cuando tenemos que atraerlos a nosotros y preguntarnos porque se hallan en esta situación. Esto es muy importante porque el alumno que se realiza suele formar grupos negativos con otros alumnos.

Siempre tenemos que crear ambientes de orden, disciplina y silencio que tienen que partir de la seguridad personal y firmes convicciones del educador. No se puede ser eficiente si no se posee seguridad en la transmisión de valores que en cada momento necesita el educando. Por este motivo, no debemos expulsar a un alumno de clase, ya que iría en detrimento de mi autoridad, cortaría la transmisión de valores y la relación de confianza con el educando.