
Les cuesta aceptar consejos
e indicaciones de los adultos, por esa necesidad de probar y descubrir. Les
cuesta tomar decisiones porque aún no tienen suficientes recursos.
Hay que hablar con ellos y
tratar de escucharles, entender cómo se sienten y aceptar sus emociones, aunque
no las compartamos. Ver lo que quieren comunicar realmente, no la forma o el
dato puntual. Están atravesando un periodo de cambio en el que deben afrontar
nuevos retos y tomar decisiones.
Sus sentimientos, actitudes
e intereses los puede comunicar no sólo a través de las palabras, sino mediante
sus gestos o tono de voz.
Su imagen corporal se
convierte en transcendente. Transcurre por un periodo de narcisismo, modifican
su imagen "ante el espejo". Se hacen egoístas y megalómanos. Al
adolescente le importa mucho lo que digan de él, el autoconcepto se encuentra
en esa fase a la deriva, con cambios bruscos; los adolescentes tienen mucho
miedo al ridículo.
No intentemos cambiar todas
sus conductas, hemos de ir a lo verdaderamente importante y que sea negativo
para él o inaceptable.
Debemos escucharlos,
comprenderlos y ayudarlos.